Buscas en Roma a Roma, oh peregrino...
Francisco de Quevedo
Vive en ti mi ruina,
ciudad eterna tantas veces asolada,
como perdida la inocencia.
Acabé viniendo a ti en mis pasos,
frente a la fachada ocre
de la piedra que muere lenta,
curtida por la lluvia y el viento.
Altas columnas derruidas,
palacios derrumbados,
adoquines desgarrados...
en vuestra dura corteza
posé mis manos.
Roma, Febrero de 2009
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