Ya pasó todo
y solo queda un relámpago
encastrado en la retina.
Todo lo demás ya es nada,
y su reflejo cobrizo y tosco
pronto será olvidado.
La lluvia sigue cayendo
en la noche sin raíces.
¿Cómo será posible
hallar un nuevo corazón
entre las cenizas y el barro
en este mundo miserable?
No hay comentarios:
Publicar un comentario