Si un día conocí
los ocultos resortes
fue por desapego.
El aire era diferente y esta
mísera carga,
el alquitrán en el pecho,
no pesaba.
Pero ahora
estoy solo de nuevo.
Y si por mis razones me oculto,
y siento el miedo,
el aire que me ahoga,
el silencio en que habito...
me queda el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario