Será siempre así
esta negra pesadez de pantano,
el sabor amargo de la tarde
pegado a la piel del cadáver
de la ilusión y la inocencia,
del perdón de los pecados
en la tierra y sus últimos parajes,
de la redención
por haber querido tanto
y sentirse tan culpable.
Será siempre así,
y cada árbol se alzará
inerte en su disecada perfección.
No vendrán tormentas a abatirme
ni me arrastrará el alma
la última mujer triste
al final de la barra
muy tarde ya
incluso para el whisky
¿cómo no para la salvación?
Será siempre así
el sol sobre las azoteas,
las calles vacías en la madrugada,
la sorda presión
del mar al fondo,
el desconsuelo de saber que todo
será siempre así
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