jueves, 8 de abril de 2010

Yo te di un hogar

Yo te dí un hogar,
por que siempre fui pobre
yo te di un hogar.
Tras las costillas,
sobre el cobre despedazado
bajo la bóveda que cubre un desierto
sobre el tráfico
incesante y sin rumbo
en el vacío bajo el esternón,
yo te di un hogar.
Hundiste en él tus fuertes raíces,
tus retorcidas raíces medrosas,
tu ansia de brea
tu hambre, tu pánico
tu rencor mísero y pequeño.
Desde entonces supiste de mis manos desnudas.
de mi pecho lanceado,
de mis pulmones y mis entrañas.
Pero no fueron suficientes mis manos
para labrarte un camino
ni mis pulmones un erial
ni mis entrañas una puerta,
un descosido, un zaguán.
Por que tú no me escuchas ya
ni oigo yo más que tu voz ronca y turbia,
por eso te di un hogar,
soledad.

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